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domingo, 6 de diciembre de 2009

Formación de los RRHH y Competencia Laboral


Formación de los Recursos Humanos y Competencia Laboral


por Agustín Ibarra Almada Secretario Ejecutivo del CONOCER Consejo de Normalización y Certificación de Competencia Laboral de México.
De cara al siglo XXI, el desarrollo de los recursos humanos de las organizaciones se vincula con los esfuerzos para encontrar valores en el empleo y en las formas existentes para elevar las capacidades productivas de los individuos, reconociendo que el trabajo es la principal actividad humanizante del hombre y que éste se desarrolla en cualquiera de los tipos de ocupación que tenga: empleado, autoempleado, subempleado, en centros informales o formales, o en sectores profesionales.
Lo que en gran parte propicia el desarrollo de los recursos humanos es la forma en que el hombre se involucra en la transformación de su entorno; aparte de la vida familiar, está su vida en el trabajo, que se constituye como el elemento en el que se integran todas las condiciones del individuo, su pasado, su concepción educativa, su condición social, productiva y económica e, incluso, su condición familiar; es decir, el ser humano es un hombre íntegro, integral, por lo que se afirma que el trabajo es la actividad fundamental del individuo.

Pero como se comentó al principio, en los últimos cincuenta años el pensamiento ha evolucionado hasta el punto de escucharse expresiones como “Talento Humano”, ya no se oye en boca de las personas responsables del área hablar de administrar el talento sino de gestionarlo, de gerenciarlo; ya no se escucha hablar de invertir en el capital humano sino en desarrollar su talento, sus competencias, pues finalmente se entendió que si la gente crece la empresa también lo hace, si la gente es prospera la empresa también lo será, pues al final de la historia sin las personas no hay empresa, no hay trabajo, ni empleo ni ganancias ni perdidas. Las organizaciones existen para satisfacer a otras que demandan productos o servicios que están compuestas por personas, es así de simple.

Por lo tanto, y en unas pocas líneas puede decirse que las personas pasaron de ser peones en un tablero de ajedrez para convertirse en la razón de librar y ganar el juego, que pasaron de ser la base para ser la meta, como una confirmación de aquella visión maravillosa del Renacimiento donde, como ya se dijo, el hombre era el centro de todo, visión que emergió después de la obscura Edad media y murió con el Absolutismo... lo cual se espera no sea el destino de todo este importante avance cultural en la era del conocimiento y la información.

La premisa principal que se plantea la pedagogía organizacional y con la cual se hace referencia en forma paralela al proceso de auto-aprendizaje del mismo ser humano es:

“Cada Empresa es constructora de su propio destino“ (No existen Caminos Fáciles ni resultados repentinos).

Seguir convencidos en que la “mega-tendencia” empresarial del momento es la solución a todos los problemas empresariales o que tal cual modelo organizacional que le dio excelentes resultados a tal cual empresa en tal cual país sea la salida que estaba esperando, es caer reiterativamente en el riesgo de agrandar más el problema.

Lo anterior no quiere decir que el proceso de auto-aprendizaje no se pueda sustentar con algunas herramientas útiles y comprobadas que han sido de ayuda en empresas similares dentro de una misma socio-cultura, sino que hay que tener cuidado con adoptar posiciones facilistas, cuando ante todo está de por medio el bienestar integral de quienes han confiado en sus productos o servicios.

Más aún es necesario reiterar que para la Pedagogía Organizacional cada empresa es única y requiere de un auto-estudio profundo de reencuentro con su ¿por que? , su ¿para que?, con el ánimo de rediseñar su “eje dinamizador” o sea lo que le motiva intensamente a existir, antes de adoptar medidas de “emergencia” que siguen diluyendo su crecimiento.

De todo se puede aprender, pero no todo lo que se aprende necesariamente es aplicable o conviene en ese momento dentro de la idiosincrasia de cada empresa.

Si bien es delicado intentar diagnosticar una serie de ejercicios a implementarlos dentro de las compañías como si se tratara de una solución infalible, la Pedagogía Organizacional desde el valuarte del proceso de auto-aprendizaje, si posee unas características o principios básicos que le son inherentes, ante todo vistas desde la perspectiva natural del funcionamiento del mismo universo.

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